Ollantaytambo es considerado el “pueblo inca viviente”; este poblado nos recibe con el misterio que encierra sus antepasados incas, viviendas intactas, en las cuales no parece haber transcurrido el tiempo, diversos pisos ecológicos, andenerías incas y reservorios de alimentos, y el puente inca camino a Pachar.
Al Igual que sucedió con Pisaq, fue Viracocha Inca quien realiza las primeras incursiones en Ollantaytambo pero quien doblega, conquista y somete a los pobladores locales de este sitio fue el Inca Pachacuteq, que además se apodera de estos territorios, pasando a ser su hacienda real. En tal sentido, debe tenerse en cuenta que toda la producción agrícola de este sitio, así como las edificaciones de función administrativa, ceremonial o de vivienda, eran propiedad privada del inca, y luego de su muerte, de su panaca.
No se sabe qué pasó con sus habitantes originales, tal vez fueron desterrados o asesinados, pero hacia 1572, en la época del Virrey Toledo, este pueblo inca estaba habitado por cuatro ayllus: Qosqo Ayllu, Araqama Ayllu, Chinchaysuyu Ayllu y Yanakuna Ayllu.
Ollantaytambo (2800 msnm) era un lugar propicio para el descanso ya que posee un clima más benigno y se encuentra a menos altura que la capital Incaica.
Este sitio se ubica a 75 km al noroeste del Cusco (vía Chinchero) en la confluencia de los ríos Urubamba y Patacancha y se conectaba al Cusco por el camino incaico principal que se dirigía al Chichaysuyu. También existían caminos secundarios que lo conectaban con Pisaq (y el oriente), Moray y Chinchero y también con Machu Picchu. Todos estos caminos estaban en ambas márgenes del río Urubamba, el que podía ser cruzado en varios puntos por puentes colgantes (todavía pueden verse las estructuras de piedra de dichos puentes).
Cuando ya había caído el imperio incaico en manos de^ los españoles, Pizarra nombró a Manco Inca como soberano, pero este se rebeló al poco tiempo y se enfrentó a los españoles en 1536, estableciendo su cuartel general en Ollantaytambo, desde donde asedió al Cusco. Para resistir los ataques de los conquistadores, Manco Inca reforzó las fortificaciones, de este complejo, haciéndolo casi inexpugnable. Sin embargo, al poco tiempo, Manco Inca prefirió refugiarse en la selva cusqueña de Vilcabamba.
Ollantaytambo es uno de los principales centros arqueológicos del Cusco. Sus ruinas poseen andenes y construcciones increíbles
Defensas militares
Cuando el inca Pachacuteq se apropia de este lugar y manda a edificar este complejo -que incluye al pueblo, los andenes, palacios, templos, fuentes de agua, etc- planifica junto a los constructores un sistema defensivo sofisticado que incorpora al río Urubamba y los cerros del lugar. El enemigo en ese entonces provenía del oriente (la etnia Anti) y este era un sitio estratégico para frenar sus ataques y prevenir que se acercaran al Cusco. Pero también se sabe que fue Manco Inca, cuando estableció en este lugar la capital incaica durante la resistencia, quien hizo mejoras al sistema defensivo del lugar.
El ingreso a Ollantaytambo se hace por el sudeste, viniendo del Cusco o del Valle Sagrado, siguiendo el camino incaico. A lo largo de este camino, cuando se aproxima a Ollantaytambo, hay una serie de andenes y edificaciones menores en ambos bordes del río, las que tenían una función claramente defensiva. Incluso, ya cerca de la ciudad inca, el río forma un meandro que fue canalizado por los incas, empezando por la ribera izquierda y llevando el cauce a la orilla contraria donde hay unos acantilados, y luego haciéndolo volver al lado izquierdo.
Los incas profundizaron el lecho del río en esta zona haciéndolo muy difícil de cruzar incluso en periodos de estiaje, pero además construyeron fortificaciones en ambos lados del río donde ubicaron estos desvíos, obligando así al hipotético enemigo a cruzar el río dos veces.
Las fortificaciones del lado izquierdo tienen por nombre Choqana y las del lado derecho se conocen actualmente como Incapintay, que tiene ese nombre por unas pinturas rupestres de la zona que se atribuyen a un retrato de Manco
Inca, según Garcilaso de la Vega, pero esta pintura está tan dañada que es imposible reconocer su diseño
Unos metros más río abajo hay una. serie de once andenes fortificados que se conocen como Mascabamba, donde el río sigue hacia un cañón que en el lado derecho (norte) tiene los acantilados del cerro Pinkuylluna (es el que está frente al complejo, en el lado oriental). De esta manera se hace completamente inaccesible llegar a Ollantaytambo por el lecho del río, quedando solamente el camino inca para hacerlo. Pero justo en este punto del camino inca hay un sistema de doble puerta para ingresar,
que se conoce como Tiyupunku, lugar que constituye la entrada principal a Ollantaytambo. Este sitio tiene una serie de fortificaciones y torres que además se emplazan en lo alto de las laderas del cerro Pinkuylluna. Este lugar fue escenario de una batalla famosa entre las tropas de Manco Inca y las de Pedro Pizarra, en la que salió victorioso el primero. Cuando los españoles trataron de tomar la ciudad incaica, los incas se defendieron por los tres frentes previstos: desde el ingreso de Tiyupunku, desde los andenes de Mascabamba y en el propio lecho del río, donde murieron ahogados muchos soldados españoles.
Hacia el noroeste y pasando el complejo, siguiendo el curso del río en dirección a Machu Plcchu, hay una serle de fortificaciones y andenes que también defendían el acceso por el lado del río. Y para defender los ingresos por la quebrada del río Patacancha, los incas erigieron una serie de atalayas en los cerros colindantes, las que proporcionaban una visión del valle a gran distancia.
Casi quinientos metros separan la ciudad de la puerta de Tiyupunku. Este camino tiene una serle de andenes (una buena parte fue destruida cuando se hizo la carretera) y cimientos de muros que fueron derruidos durante el periodo colonial. En la actual carretera que Ingresa a la ciudad llama la atención lo que se conoce como el “Muro de las cien hornacinas”, de aproximadamente 250 metros de largo, cuyos nichos están parcialmente enterrados, a diferentes niveles del muro. Este largo muro pudo haber sido la parte Interna de una gran edificación o como sugieren algunos Investigadores, el camino pudo haber estado techado, hipótesis poco probable ya que los Incas no tenían esa práctica. Este camino tiene un canal paralelo y extenso por el que todavía
discurre abundante agua.
El pueblo Ollantaytambo se yergue sobre lo que fue una ciudad inca, asentado en el valle sagrado de los incas.
El pueblo
El pueblo de Ollantaytambo es en la actualidad el remanente de una ciudad inca permanentemente habitada desde su formación, a la que se han hecho diferentes modificaciones de Influencia hispana, como los pórticos. Este pueblo está dividido, en dos partes (este/oeste), por el río Patacancha, que discurre de norte a sur y es tributario del Urubamba.
El lado oriental se llama Qosqo Ayllu, se asienta sobre una plataforma construida artificialmente entre el río Patacancha y el cerro Pinkuylluna, es de forma reticular y sus manzanas -conjunto amurallado de viviendas, con un pequeño espacio central, llamado kancha- son ortogonales. Esta zona incluye a la actual Plaza de Armas, que debió ser una explanada ceremonial incaica.
Posee cuatro calles longitudinales paralelas al río Patacancha (de este a oeste: Laris calle, Horno calle, Chaupi calle y Pata calle) y siete calles transversales paralelas al río Urubamba, de las que se conoce el nombre de cinco (de sur a norte: Kijtu calle, Rosas calle, Urna calle, Phuyu calle, Qowe calle).
La zona occidental de Ollantaytambo se llama Araqama Ayllu y comprende desde la ribera del río Patacancha hasta la base del cerro donde se ubica lo que se conoce como “la fortaleza” o «el sansantuario”, incluyendo a la plaza que tiene por nombre Manyaraqui o Mañay Raqay (“plaza de las peticiones”), la que está rodeada de edificaciones incaicas de carácter monumental.
En la parte oriental hay una iglesia católica cuya construcción debe haber supuesto la destrucción de edificios incaicos. Junto a la iglesia hay pocas evidencias de construcciones incaicas, algunos cimientos permanecen, pero dan cuenta de la existencia de al menos dos calles longitudinales. No se edificaron kanchas pero, junto a la plaza Mañay Raqay, se erigieron grandes edificios (de más de 5 metros de altura) que la rodean, dispuestos en hileras, con cimientos y sobre cimientos de piedra y el resto de sus muros de adobe o tapial. Al otro lado de la plaza, en dirección sur, hay otra serie de edificios de mampostería de piedras rústicas, unidas con mortero de barro.
Estos edificios se encuentran al pie del santuario, adyacentes a la zona occidental del pueblo. Es notoria la gran altura de sus muros.
Andenes perfectamente alineados ubicados en el santuario o fortaleza. En ellos debieron cultivarse productos de carácter sagrado, como el maíz.
Andenes de Ollantaytambo
En las cercanías y en el propio Ollantaytambo hay numerosos andenes que han transformado el paisaje del valle, de las montañas y del río. En el valle y quebrada del Patacancha hay un conjunto de terrazas que domina el paisaje por sus impresionantes 700 metros de profundidad (Choquebamba, a una hora de Ollantaytambo). En las proximidades del complejo Inca, en ambas orillas del río Urubamba, los incas los emplearon con fines defensivos del sitio. En general también se usaron para cimentar edificaciones y para asegurar terrenos Inestables o ubicados en pendientes abruptas y además, como es lógico, fueron aprovechados con fines agrícolas.
Desde el punto de vista estético y de las formas, en el caso de Ollantaytambo, los constructores incaicos modificaron el paisaje de esta parte del Valle Sagrado con un diseño de andenes que se despliegan de forma radial en el fondo del valle (ver foto en página 63), teniendo como eje la punta rocosa sobre la cual se ubica el sector ceremonial del sitio.
Para los incas, una vez más, era importante transmitir la idea del poderío que tenían, que les permitía transformar la naturaleza utilizando gran cantidad de mano de obra, recursos y conocimientos para tal fin. No sólo se movían materiales constructivos, tierra fértil y rocas seleccionadas desde distancias lejanas; también se desechaban cientos de toneladas de piedras y tierra Inservible a lugares también distantes. Pero sobre todo había un diseño simbólico, en dichos andenes, relacionado con sus deidades, tanto la ma-drp tierra (pachamama), el agua (la fertilidad) y las montañas (apus).
La fortaleza
El cerro sobre el que se edificaron una serie de construcciones ceremoniales en Ollantaytambo se llama Ban- dolista, pero se le conoce como “la fortaleza” desde tiempos coloniales.
Lo primero que sorprende de esta colina es la belleza de su diseño, con sus imponentes andenes en primer término, su sistema de escalinatas, las diversas edificaciones que la coronan y fundamentalmente la interrogante que supone imaginar cómo se transportaron los numerosos y gigantes bloques pétreos empleados en el sitio.
En la parte superior de este conjunto hay un muro de grandes bloques de piedra finamente pulida con un ingreso monumental de doble jamba a la derecha. A este umbral se le llama “La puerta inconclusa”, y no se sabe con exactitud a que lugar conducía. Se empleó riolita rosada en su construcción, al igual que el Templo del Sol de este complejo.
El muro que continúa, después de pasar aparentemente un control de ingreso, presenta diez hornacinas y concluye en una hermosa portada. Este lugar se conoce como “Recinto de los diez nichos”. Es una pieza de arquitectura finamente acabada, pero lamentablemente muy dañada, pues la pared del lado Izquierdo ha sido derribada y solo quedan sus cimientos. Esta edificación es de clara factura Inca, con planta rectangular, nichos y puertas trapezoidales y mampostería poligonal.
Templo del Sol
En la actualidad solo pueden verse los restos de lo que se supone fue un templo dedicado a la deidad solar, elaborado con ciclópeos, bien tallados y ensamblados bloques de bolita rosada. Fue destruido durante la extirpación de idolatrías y posteriormente sufrió más daños en los sucesivos saqueos y ahora quedan los seis lienzos pétreos que conformaban la pared suroriental.
A este muro se le llama “El muro de los seis monolitos” pues tiene seis bloques de forma rectangular unidos por angostas lajas. Lamentablemente este templo no pudo ser concluido por los constructores iniciales del complejo y al parecer, en tiempos de Manco Inca se trató de terminarlo rápidamente, ya que el Cusco y sus templos habían caído en manos de los hispanos y los incas de la resistencia necesitaban donde orar.
Parte superior del sector medio. Las edificaciones son de menor nivel y tenían un uso utilitario.
Sector medio y funerario
Se encuentra en la parte superior de los andenes centrales y posee una serie de edificios de menor acabado, de mampostería de laja unida con mortero de barro, con muros rectos, nichos trapezoidales (algunos irregulares), techos asimétricos a dos aguas, todos de planta rectangular, de una sola habitación y la mayoría de un solo nivel. Llama la atención un estrecho recinto que posee 26 nichos ubicados en dos hileras escalonadamente y en general en este sector las habitaciones son muy estrechas, por lo que se supone que su función era la de servir de depósito. Todos estos edificios muestran evidencia de haber estado enlucidos con arcilla y algunos, según señalaron Investigadores hace varias décadas, estaban pintados de blanco (ya no hay evidencia de ello).
Fuentes de agua
Las numerosas fuentes de agua ubicadas en el sector conocido como “fortaleza” se alimentaban por un canal subterráneo que provenía de la quebrada de Rumira e ingresaba por la parte superior y occidental del complejo. Este mismo canal alimentaba a las fuentes ubicadas en los andenes de Pumatallis, al noreste del complejo.
Mercado Artesanal de Ollantaytambo – Cusco – Perú. Para los turistas que deseen hacer compras de artesanías en Ollantaytambo
La rampa
La rampa, por la que se transportaron los bloques de piedra desde la cantera hasta el Templo del Sol, se encuentra en el lado suroccidental de la “fortaleza”, frente al valle. Su extensión es de 350 metros y su elevación sobre pasa los 50 metros. Se puede observar una segunda rampa en dirección opuesta (hacia el río Patacancha), pero esta ha sido destruida parcialmente en su aproximación al llano. Ambas contaban con imponentes muros y andenes de contención.
Las canteras
El cerro frente al complejo, al otro lado del río Urubamba, se llama Kachlqhata y allí se localizaban las tres canteras que proveyeron de material lítlco a los constructores de Ollantaytambo (Mullup Ukru, al norte; Slrquslrquyoq, al sur; y Kantirayoq, nombrada así en el periodo colonial, al oeste).
Estas canteras se encuentran a unos 5 km del poblado en línea recta, pero los caminos construidos por
los Incas para acceder a ellas llegan casi a los 9 km. Los caminos son anchos, de 7 metros en promedio, con muros de contención por sectores. En algunos puntos habían preparado una especie de resbaladeros para dejar caer las rocas a niveles más bajos y seguir su transporte. Una vez que llegaban a la bajada hacia el río Urubamba, las grandes piedras eran arrojadas desde, más o menos, 250 metros de altura.
En las canteras trabajaron miles de personas, tanto los que cortaban las piedras como los que las transportaban, quienes establecieron sus casas en los alrededores. Los Incas, además, construyeron canales de agua para estos asentamientos y aseguraron las propias canteras con muros de contención para evitar accidentes. También se diseñaron espacios para
almacenar y tallar los bloques, sobre todo en el trayecto de los caminos a su destino final.
Los tipos de material lítico empleado en Ollantaytambo fueron riolita, granito, brecha, andeslta, piedra caliza e ignlmbrita, pero no todas ellas se encontraban en estas canteras.
Depósitos ubicados en el cerro Pinkuylluna.
Depósitos
Este complejo se caracteriza por ubicar sus depósitos o qollqas (alrededor de 30) en las laderas pronunciadas de sus alrededores. Los que más llaman la atención son los que se ubican en el cerro Pinkuylluna, los cuales son de dos tipos.
El primero de ellos es más pequeño, de no más de 7 metros de largo, de planta rectangular, con divisiones de dos o cuatro habitaciones interiores cuadrangulares que además cuentan con un pequeño ingreso individual cada una. Son de acabado simple, con piedras burdas unidas con mortero de barro y con un enlucido arcilloso. Se ubican en las partes más elevadas.
El segundo tipo es más grande, de hasta 40 metros de largo, de planta rectangular, techos a dos aguas asimétricos, muros altos, de dos niveles, varias habitaciones internas, ingresos pequeños por los lados. Se erigieron en grupos, con sistemas de ventilación y drenaje y con los muros Inferiores apoyados sobre un muro de contención para soportar el peso del edificio en la ladera. Su acabado también era simple, de mampostería unida con mortero y enlucido con arcilla.
Como llegar a Ollantaytambo?
Para llegar a Ollantaytambo desde la ciudad de Cusco se llega por la carretera Chinchero – Urubamba, para lo cual tienes diversas opciones:
1. Para viajar con esta última ruta, debe abordar los pequeños buses en la calle Pavitos en Cusco.
Estos autos llegan hasta la Plaza Principal de Ollantaytambo (con una parada intermedia en el pueblo de Urubamba). El viaje dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
2. Este viaje es un poco mas largo y por la ruta Pisac, donde para viajar por esta ruta debe tomar los buses en la calle Puputi, los autos pasan por el pueblo de Pisac y llegan a Calca. El viaje dura aproximadamente 1 hora y 20 minutos. Luego de Calca, se debe tomar un auto hasta el pueblo de Urubamba (30 minutos). Finalmente, se debe abordar un bus desde Urubamba hasta el pueblo de Ollantaytambo (30 minutos).
3. Utilizar un servicio de taxi particular desde Cusco, los cuales te recogen desde cualquier parte de la ciudad. Es el medio más costoso, y algo más rápido (aprox. 1 hora y 30 min) con un costo aproximado de S/100.00.
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