Cartagena ubicada a orillas del Mar Caribe de Colombia, cuenta con excelentes playas, un casco histórico antiguo que lo puede recorrer a pie. Cartagena de Indias es una de los destinos turísticos que todo viajero sueña descubrir.

Cartagena de Indias es un raro misterio que no está en sus muros envejecidos, en el mar que aún sigue devolviendo retazos y tesoros de antiguas batallas y galeones sumergidos, en su arquitectónico de más de cuatro siglos que resplandece al pie del mar.

En Cartagena de Indias siempre se creyó que las herraduras de los caballos traerían buena suerte a quien las portara, y se exhiben como un talismán en la pared o como un pisapapel. Y recuerda haber leído que los primeros habitantes de Cartagena de Indias bautizaron a su reino de agua como Calamarí: tierra de cangrejos. No le cabe la menor duda de que esos indígenas fueron visionarios al nombrarla, porque a eso se parece Cartagena de Indias vista desde el aire: tierras como tenazas que erizan el agua, cangrejos y jaibas en la inmensidad del mar. la singular amalgama de indígenas, africanos y europeos, los orígenes diversos que forjaron el destino de la ciudad.

Cartagena de Indias, Una cita con la Historia

Cruzar las plazas de Cartagena de Indias es hacer un largo viaje a la memoria. Plaza de los Coches sino en un antiguo bazar de africanos esclavizados, cuando Cartagena de Indias era el puerto principal del comercio negrero en el siglo XVII. Las carimbas de hierro candente marcaban la espalda del africano, que era revisado y reparado como un animal de venta. Algunos en el largo y tormentoso peregrinaje a bordo de las galeras, no resistieron la impiedad de aquella humillación y decidieron morir antes de llegar al puerto. Los africanos fallecidos eran lanzados a las fauces de los tiburones. Otros, los más resistentes, se las ingeniaron para seguirse comunicando con sus parientes abandonados en Africa, con rituales de sus religiones de origen. El tambor, forjado con la madera y el cuero de los animales nuestros, fue algo más que un instrumento musical. Fue un código cifrado de comunicación, celebración, rebelión e invocación de deidades. Por eso fue prohibido en Cartagena de Indias. El Tribunal de la Inquisición se estableció en Cartagena de Indias en 1610, y a lo largo de 212 años ejerció un poder de sojuzgamiento, represión y condena de toda expresión espiritual distinta a la cultura española. Por eso no florecieron las religiones africanas en la ciudad, y toda manifestación sincrética -como ocurrió en Cuba o en Brasil- fue reprimida y perseguida a sangre y fuego.

La estatua más grande del centro histórico de Cartagena de Indias es precisamente la de Pedro de Heredia, a quien se le atribuye la fundación española de la ciudad, el 1 de junio de 1533, luego de que los indígenas ya la habían bautizado como Calamarí hacía más de dos o tres siglos. Poco se sabe del alfabeto misterioso de los indígenas, forjado no con letras ni palabras sino con las manos, haciendo maravillas de arcilla y oro, que también han quedado en el olvido en los 200 años de Independencia que celebra Cartagena de Indias el 11 de noviembre de 2011. De lo que más se sabe es de la India Catalina, que era de Galerazamba y no era alta ni bonita como la imaginó el escultor español Eladio Gil Zambrana cuando la erigió en bronce en 1974, luego de conocer varias modelos de origen indígena y mestizo en la ciudad. La verdadera historia de Catalina, raptada por Diego de Nicuesa cuando era una niña, y sometida al ímpetu de los conquistadores – entre ellos, Pedro de Heredia – poco se recuerda ahora. Hoy es una metáfora de la belleza de la mujer cartagenera y un icono del Festival Internacional de Cine desde 1960, cuando el escultor Héctor Lombana hizo el diseño de una estatuilla de 60 centímetros, al descubrir que en el escudo de la ciudad había una india sometida y sentada en una piedra debajo de una palmera. La india que le pertenece a la historia fue puesta de pie por Lombana en el diseño encargado para el festival cinematográfico, e inmortalizada en una escultura de gran dimensión por Eladio Gil. La escultura de Eladio no se parece a la india de la historia sino al encanto de las mujeres de Cartagena, cuya belleza no deja de seducir a los viajeros del mundo.

Sabores Cartageneros

Pero no todo es amargo en la historia, debes de probar las delicias guardadas en enormes frascos de vidrio en el Portal de los Dulces. Esos dulces – cabellitos de ángel hechos con papaya verde y azúcar, merengues batidos con clara de huevo, alfajores hechos con ajonjolí, bocadillos de guayaba y plátano maduro, muñequitos de leche, melcochas de panela, entre otros son algo más que 100 años de dulzor e historia en el paladar.

El Portal de los Dulces es uno de los escenarios de la novela El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez. En el portal hay mujeres que han ejercido la tradición de dulceras de generación en generación, y los dulces, como muchas otras tradiciones, han sido permeados por la oleada del mestizaje cultural de las Antillas y el Caribe continental. La ciudad es una síntesis de los sabores y saberes de todo el continente, y su comida típica es una mezcla ancestral de África, América y Europa. El arroz con coco cartagenero, al igual que el plátano en tentación o la limonada con coco son la sabia confluencia entre lo dulce y lo salado; el sabor picante de la canela, el inesperado dulzor de la leche de coco frita (titoté) y el encuentro afortunado entre lo ácido del limón con el dulzor de la crema de coco.

La cocina de Cartagena de Indias, dice que nada de esto hubiera sido posible sin el mestizaje de tres o más continentes en la ciudad. Los españoles traían consigo la influencia de ocho siglos de dominio árabe. No es raro encontrar en las plazas y barrios de Cartagena mujeres negras de ojos verdes, o mujeres de rasgos indígenas e influencias árabes. Los ingleses vinieron a tomarse a Cartagena de Indias en 1741, y fueron derrotados por el ejército español y los criollos cartageneros: quedaron intimidados ante el Castillo de San Felipe y un horizonte de cañones dispuestos a disparar. No todos eran cañones de verdad, porque los cartageneros, para multiplicar la imagen de los cañones, movieron troncos de madera como si fueran una legítima artillería. Muchos ingleses murieron poco tiempo después de llegar a Cartagena de Indias, debilitados por la fiebre amarilla. El periodista Alfredo Pernet solía contar en sus noches de bohemia la historia de un borracho que se paraba al amanecer a insultar la estatua de Blas de Lezo, acusándolo de ser el culpable de que los cartageneros no hablaran inglés.

Iglesias, Monumentos y plazas de Cartagena de Indias

Cruzando la Plaza dela Aduana rumbo a la Iglesia de San Pedro Claver, a unos pasos del Portal de los Dulces. En la entrada de la Iglesia San Pedro Claver donde Pedro Claver (1580-1654) esperaba a los a los africanos esclavizados. Algunos de ellos llegaban enfermos al puerto y Claver los socorría y curaba. Muchas veces gastaba todo lo que había ahorrado comprando africanos para luego evangelizarlos, bautizarlos y casarlos. Por esa hazaña tuvo conflictos con las autoridades españolas y fue llamado ‘el esclavo de los esclavos’.

Si sigue hacia el Parque de Bolívar en busca del Palacio de la Inquisición. Creyó que todo lo que había visto hasta entonces era magnífico en su esplendor, en su belleza y en su tragedia secreta. Se sintió abrumado al saber que en aquella inmensa mansión habían vivido los inquisidores, en cuyos aposentos existe hoy el Museo Histórico de Cartagena y funciona la Academia de Historia de Cartagena. Se puede impactar ver las cámaras de tormento con sus ingeniosas e implacables formas de sojuzgar, condenar y llevar a la horca a los herejes. El patio de las caballerizas lo consoló con su aliento de bosque olvidado, con un aljibe de piedra y una enorme ceiba centenaria. Pensó en Pedro Claver y en su cuarto pequeño en donde lo sorprendió la muerte.

Pedro Romero, un icono en la historia de Cartagena

Muchos Personas solo sabían que existía una avenida Pedro de Heredia, otra Pedro Romero y una plaza Pedro Claver. Pero deben darse cuenta que el herrero cubano Pedro Romero, traído por los españoles a la ciudad como director de la escuela de herrería La Maestranza, no solo forjó puertas y ventanas de la ciudad, sino algunas de las campanas que aún resuenan en las iglesias de Cartagena de Indias. Pero lo más importante que supo fue que este mulato organizó de manera clandestina un ejército armado denominado Los Lanceros de Jimaní o Getsemaní, integrado en su mayoría por artesanos y gente del pueblo hambreado de Cartagena de Indias, quienes en aquel 11 de noviembre de 1811 se tomaron el Palacio de la Proclamación, se enfrentaron a las autoridades españolas y les exigieron que abandonaran la ciudad, porque la ciudad había decidido ser libre de tres siglos de dominio español. La lucha se prolongó una década más, a sangre y fuego. Pedro Romero y su familia defendieron la ciudad del asedio militar español, que vino a reconquistarla en agosto de 1815 y la condenó a muerte a lo largo de 114 días que duró el sitio impuesto por el mal llamado ‘pacificador’ Pablo Morillo. Aquel episodio que marcó para siempre el destino político de la ciudad y le hizo merecedor del título de Ciudad Heroica, es conocido como el Sitio de Morillo, un capítulo de horror de la historia cartagenera en donde murieron más de 6.000 habitantes en menos de cinco meses. Los restos de Pedro Romero reposan en la iglesia de Santo Toribio. Stavros deja una flor roja en su nombre en uno de los pequeños altares donde los fieles se encomiendan a la Virgen de la- Candelaria, patrona de los cartageneros. Pero qué sorpresa descubre Stavros en la iglesia de Santo Toribio: una enorme bala de cañón guardada en una urna. Es una de las balas del pirata Sir Francis Drake, disparada en 1741 contra la ciudad. Cayó sin explotaran la iglesia en plena misa.

Luego de salir puede ir Camellón de los Mártires, muy cerca del Muelle de los Pegasos. Supo que allí no habían sido fusilados y luego descuartizados los líderes de la insurgencia cartagenera, sino en la cortina de muralla derribada a principios del siglo XX, muy cerca del Palito de Caucho, a unos pasos de la Torre del Reloj.

Eventos importantes en Cartagena de Indias

El 11 de noviembre de 2011 es una fecha importante para Colombia, y en especial para Cartagena. Ese día, hace 200 años, se firmó el acta que le dio la libertad y le reconoció total autonomía del Reino de España. Por tal razón, y con el fin de homenajear a los proceres, lugares y símbolos que fueron protagonistas de este acontecimiento, la Ciudad Amurallada se convierte en escenario de una serie de eventos conmemorativos en los que sobresalen sus más representativas expresiones artísticas y culturales. Lanceros, trajes típicos, desfiles, bailarines, reinas y fiestas de larga tradición popular son protagonistas de esta gran celebración.

1. El reinado de la independencia: un certamen que reúne la belleza y la alegría de las mujeres cartageneras, quienes concursan para llevarse el título de Reina de la Independencia. Cuándo: 4 (noche de candela), 6 (desfile en vestido de baño) y 13 de noviembre (elección y coronación). Dónde: Camellón de los Mártires, Complejo Acuático Jaime González Johnson y Estadio de Sóftbol de Chiquinquirá. Conmemoración y desfile de independencia: esta celebración llena de gaitas,comparsas y danzas evoca el día en el que Cartagena se independizó de España. Cuándo: 11 de noviembre.Dónde principales avenidas de la ciudad.

2. Somos ángeles: tradicional recorridoen el que los niños, sus principales protagonistas, se dan cita para visitar 12 bibliotecas distritales y aprender sobre la historia de Cartagena. Cuándo: 1 de noviembre.Dónde bibliotecas distritales.

3. Documental para la memoria: 1811, el Grito de Independencia, es el proyecto que ganó la Convocatoria Premios y Becas Bicentenario Independencia 1811-2011, un concurso organizado por la alcaldía de la ciudad como parte de la celebración. Este documental -que comenzó a rodarse a mediados del pasado mes de octubre- tiene como objetivo dar a conocer los acontecimientos sucedidos aquel 11 de noviembre, y resaltar los lugares históricos más importantes de Cartagena, como son el barrio de Getsemaní y la Ciudad Antigua.